Gaby Fujimoto
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Revista Senderos Pedagógicos • Nº 7 • enero - diciembre 2016 • pp.127-135 • ISSN 2145-8243
Existen más de 20 modalidades de atención no convencionales, no solamente la aten-
ción en grupos. De hecho, una de las modalidades que ha arrojado los mejores resulta-
dos es la de atención hogar por hogar o visitas domiciliarias. En algunos casos la mejor
estrategia es combinar los dos tipos de educación. En Israel, por ejemplo, en la maña-
na van al sistema formal y en la tarde se visita en sus casas a los niños que requieren
de mayor apoyo; que tienen un problema nutricional o con los padres; entonces en las
tardes los complementan, los visitan a sus hogares para ver cómo los siguen apoyando.
Hay 20 modalidades de atención, porque lo que tenemos que hacer es que el sistema
educativo, con su conocimiento e información, busque las diferentes alternativas de
atención que se pueden aplicar a los diversos grupos poblacionales. Existen comunida-
des, por ejemplo, compuestas solamente por 100 o 200 familias, entonces allí en vez de
ir a visitarlos hogar por hogar, se puede agrupar a los niños y trabajar con las mismas
poblaciones que pertenecen a ese grupo étnico. Otro ejemplo pueden ser las zonas ur-
banas marginales de esta ciudad o en Sao Pablo donde hay gente que vive debajo de los
puentes. ¿Qué hacemos allí? Lo que tenemos que hacer es concentrar a los niños, con
ayuda de la municipalidad, en espacios habilitados para ello.
Entonces, no es para los pobres. No hay diferencia entre los niños que tienen mejores
condiciones económicas porque el sistema educativo está obligado a incluir a todos los
niños que vivan en la frontera o en zonas densamente pobladas, lo que cambiará será
la modalidad que permiten agrupar a los niños, tal como lo hace Cuba. Este país traba-
ja sus círculos infantiles arropando los niños por comunidades que viven cerca. En los
países que no son densamente poblados, como ocurre con Perú, Ecuador y Chile, no
es posible que los niños se agrupen pues hay niños que tienen que caminar dos horas
para llegar. En este caso la estrategia debe ser enviar a un promotor, visitador, docente,
como lo quieran llamar, a visitarlos a su casa. Ir cada semana y dejarles unas tareas a
sus padres para que ellos sigan trabajando con los niños.
De acuerdo a la realidad del contexto es que se propone la modalidad de atención a de-
sarrollar con los niños. Donde más éxito hemos tenido, y esto ha sido investigado, es en
las modalidades de atención hogar por hogar. Hemos comprobado que cuando la madre
y el padre llegan a entender lo que significa, porque ven los avances en el desarrollo de
competencias de sus niños, expresado en su felicidad de ver que está hablando o que
hace esto o aquello, como lavarse las manos, y se involucran en ello, se obtienen mejores
resultados. El aprendizaje es de secuencia, de repetición y el aprendizaje anterior te lleva
a uno más complejo y el niño lo logra mejor si lo hace con los padres de familia, en la
modalidad de hogar por hogar.
Con lo anterior se estaría trabajando lo más complejo que, como lo exponía en mi
presentación, es el afecto-comunicación; esto es, el desarrollo socioemocional. Existen
estudios que indican que el niño puede estar expuesto a los 3 años a 30 millones de
palabras y si el niño se siente vinculado con sus padres o con la madre, se siente seguro.
Y un niño seguro es capaz de aprender lo que él quiere y en eso no hay mejor forma de
hacerlo que en lo no convencional.