Revista Senderos Pedagógicos • Nº 6 • enero - diciembre 2015 • pp.85-95
87
de saberes, hábitos, creencias e historias
propias, que hacen que cada grupo se
identifique como diferente a los demás
(Murillo, 1999). Por otra parte,
el mérito de la tradición oral
radica en que ayuda a re-
construir la historia y las
costumbres propias de un
pueblo; reviviendo así la
cultura, logrando conser-
var y hacer perdurar iden-
tidades más allá del olvido.
En lo tradicional también se
encuentran los relatos, mitos y leyen-
das que juegan un papel significativo, tal
como lo afirma Rojano (2013):
La trascendencia de los mitos y leyen-
das dentro de la cultura ha sido muy
relevante debido a que, en su conte-
nido, se reflejan las creencias e ideolo-
gías de la sociedad de donde se origi-
naron; además, a partir de éstas, han
surgido costumbres y tradiciones que
vuelven característico al lugar donde
se desarrollan (…) También nos permi-
ten establecer una identidad cultural y
una forma de entender la región o el
país del que se hable, es decir, conocer
sus mitos y leyendas nos da una idea
de su cultura y, por consecuencia, de
su gente, lo que nos permite admirar y
respetar la riqueza ideológica. (párr.1)
Así, los mitos y las leyendas se convierten
en una parte fundamental de todas las
creencias que existen en un determinado
lugar; ayudando a crear identidad territo-
rial y cultural, a ser conocidos por tal o
cual mito o leyenda tanto a nivel regional
como nacional, entendiendo que a través
de ellos se muestra la idiosincrasia, las
costumbres y las creencias de la gente.
Otro aspecto a tener en cuenta en la tra-
dición oral, son los cuentos populares, los
cuales necesitan repetirse una y otra vez,
donde el narrador le otorga rasgos
históricos y sociales determi-
nados de cultura e historia,
contados en voz alta o voz
baja, formadora de la lite-
ratura de un pueblo. Los
cuentos populares deben fa-
vorecer este encuentro entre
culturas y entre generaciones,
transmitidos de boca en boca a
través del tiempo. Tal como se refiere
Colombres (citado en Pereyra, 2011):
Vivimos bajo la ingenua suposición de
que la realidad es naturalmente como
la percibimos, pero sus interpretacio-
nes no expresan verdades eternas y ab-
solutas. Lo que ocurre en el universo
simbólico no es más que una traduc-
ción al imaginario de determinados
hechos, que no coinciden con los
narrados por el símbolo, ya que este
siempre disfraza, traspone y se desliza
en ese vaivén delicioso entre realidad y
ficción. (párr.6)
De esta manera se evidencia la imagina-
ción que hay en los relatos de cuentos
populares realizados por nuestros antepa-
sados; actuando como un símbolo de la
cultura y de todo lo que ellos vivieron, que
presentan cierto tinte de realidad para sus-
tentar sus vivencias y también cierto imagi-
nario que hace de estos cuentos un mundo
increíble donde todo puede pasar.
De igual forma, los juegos tradicionales
hacen parte de la cultura de los pueblos.
Al rescatarlos se contribuye a la recupe-
ración y fortalecimiento de las relaciones
(...)
los mitos
y las leyendas se
convierten en una parte
fundamental de todas las
creencias que existen en
un determinado lugar;
ayudando a crear
identidad territorial y
cultural.