Revista Senderos Pedagógicos • Nº 6 • enero - diciembre 2015 • pp.15-27
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las escuelas multigrado donde se in-
corpore la organización del tiempo,
la planeación de sesiones, el diseño
de instrumentos de evaluación de los
niños y educadores que consideren el
contexto económico, social, cultural y
medioambiental en el cual se insertan
las escuelas y la existencia de libros de
texto y materiales didácticos especia-
lizados en multigrado. Fortalecería a
este modelo la presencia de figuras de
apoyo que asistan de forma cotidiana
a las escuelas tales como profesores de
inglés, lenguas indígenas, educación
física, artes y expertos en educación
especial.
2. Con relación a la gestión escolar: el
crear la figura de director itinerante
quien atienda los aspectos adminis-
trativos y burocráticos de varios cen-
tros escolares. También es relevante
y necesario desarrollar un sistema de
supervisión que realmente visite las
comunidades y genere propuestas de
mejora de los procesos de enseñanza
aprendizaje, que al mismo tiempo ve-
rifique el cumplimiento de la llamada
normalidad mínima por parte de los
docentes, incluyendo los horarios y
días establecidos para las clases.
3. Con relación al equipamiento, apoyos
e infraestructura: el crear bibliotecas
móviles que ofrezcan una mayor va-
riedad de materiales escritos y tecno-
lógicos a los estudiantes y educadores;
la dotación de apoyos como alimenta-
ción caliente y transporte escolar para
los alumnos.
4. En relación con otros actores: sería
relevante fomentar el trabajo colabo-
rativo entre los profesores; facilitar la
creación de espacios para que los edu-
cadores compartan ideas, problemas,
soluciones y experiencias con sus pa-
res que viven situaciones similares, y
que al mismo tiempo se den a conocer
las prácticas significativas en el trabajo
con los niños; involucrar el trabajo en-
tre los educadores de los niveles prees-
colar, primaria y secundaria, mediante
el intercambio de información y la
creación de expedientes educativos de
los alumnos, en los cuales se muestre
su historia didáctica-escolar. Además,
vincular a las escuelas con institucio-
nes como museos, universidades, or-
ganizaciones productivas y no guber-
namentales las cuales enriquezcan el
trabajo áulico y con los miembros de
la comunidad; el fomentar el intercam-
bio de información entre los docentes
y alumnos de diversas escuelas rurales,
ya sean nacionales o internacionales,
labor que se facilita con el desarrollo
de las tecnologías de la información o
a través de medios tradicionales, como
el correo postal, en caso de contar con
apoyo tecnológico.
5. Con relación al trabajo docente: se
puede incentivar a los maestros con
amplia experiencia docente y demos-
trada calidad para que trabajen en el
medio rural al menos un ciclo escolar.
Los incentivos que se pueden ofrecer
son salariales y de jubilación: cada año
trabajado en el medio rural podría
contar doble para efectos del retiro.
Los recién egresados de Escuelas Nor-
males podrían trabajar en el medio ru-
ral siempre y cuando lo hicieran bajo
la figura de “Docente de apoyo”. Es
decir, bajo la coordinación de algún
maestro que tenga mayor experiencia
en esa área y de quien podrían fungir