La cooperación internacional para el desarrollo y la educación superior
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Revista de Investigación en Administración, Contabilidad, Economía y Sociedad
En-Contexto 7(11) • julio - diciembre 2019 • Medellín - Colombia • página 51 de 286 • ISSN: 2346-3279
con igual o mayor nivel de desarrollo, organismos multilaterales,
organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil. También se
conoce como cooperación para el desarrollo y es un concepto global
que comprende diferentes modalidades de ayuda que uyen hacia los
países de menor desarrollo relativo. La cooperación internacional o
las Ayudas Ociales al Desarrollo (AOD) se enmarcan en dos grandes
criterios: los intereses del donante y las necesidades del receptor o país
socio, pero el fondo de la misma se orienta a menguar la brecha de
la pobreza en los países a través del fortalecimiento de sus gobiernos
locales, la asociatividad, el mejoramiento de la productividad, el
intercambio de experiencias o tecnología, entre otras actividades o
programas (Red Adelco, s.f.).
Sin embargo, desde un punto de vista crítico, la cooperación internacional,
en la misma línea del discurso tradicional de desarrollo, ha movilizado a lo
largo de las últimas décadas del siglo XX y hasta ahora, recursos nancieros de
los países desarrollados, principalmente del norte, hacia países en desarrollo,
principalmente del sur; generando problemas de dependencia, asistencialismo
e inuencia ideológica, política y cultural, con el objetivo de extender el
poder de los capitales nancieros, que denen a los países en desarrollo como
“mercados emergentes”, para ampliar la comercialización de bienes y servicios
y aprovechar los recursos naturales de estos países que, en su mayoría, viven
de economías extractivas y agrícolas, donde la industrialización derivó en
maquilas para garantizar costos de producción más bajos y mano de obra más
barata. Por lo anterior, la cooperación internacional para el desarrollo debe
tener en cuenta la contextualización de las soluciones a las problemáticas
locales y los conocimientos y experiencias de las comunidades en clave de
súper-desarrollo, para proteger todas las formas de vida y el uso sostenible
de los recursos naturales y evitar que se pierdan las culturas ancestrales de
los países llamados del tercer mundo, que corresponden a la fábula de los tres
mundos que plantea Escobar (2007).
• Primer mundo. El mundo occidental, industrializado, avanzado
tecnológicamente, modelo de desarrollo con liberalismo y democracia
Neoliberal, economía de mercado. Representado por EE. UU., Gran
Bretaña, Francia y en general la Unión Europea.
• Segundo mundo. El mundo socialista y comunista, con desarrollo industrial
y tecnológico opuesto a la ideología occidental, dictatorial, monopartidista,
economía planicada. Representado por la ex Unión Soviética, China,
Corea del Norte, un mundo en extinción.