Gómez, Y.
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En-Contexto 5(7) • julio - diciembre 2017 • Medellín - Colombia • página 42 de 324 • ISSN: 2346-3279
Revista de Investigación en Administración, Contabilidad, Economía y Sociedad
No se puede conducir un país por las vías del desarrollo (Quijano, 2002)
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sin
que comprendamos las necesidades propias de su contexto y especícamente,
si consideramos que la educación es uno de los motores más importantes para
lograrlo; ello se presenta en contraposición de lo acontecido en Colombia
durante el primer semestre de 2017, cuando se anuncia el recorte presupuestal
para el desarrollo y el fomento de la investigación en el país, situación que se
registró en diferentes medios a nivel país y que la Revista Semana (8/23/17) ha
denominado como el “S.O.S. por el presupuesto de la ciencia en Colombia”.
Esta situación la traigo a colación porque hemos venido desarrollando
reexiones en torno a lo preocupante y angustioso que se ha tornado el desarrollo
de la investigación, de la academia y de las publicaciones cientícas seriadas
en nuestro país; porque comprendemos la angustia de las instituciones que le
apuestan al desarrollo de investigaciones y publicaciones que dan cuenta de su
contexto y de las necesidades que se enmarcan en unas realidades determinadas,
pero se alejan de las dinámicas dominantes de los índices, de las citaciones y de
los formatos, asunto que les margina de la lógica internacional y hasta nacional.
La universidad y lo que esta produce, no puede alejarse de las realidades en las
que se mueve la dinámica académica, pues es desde allí donde se intenta resolver
las problemáticas más apremiantes para la gente, y, aunque suene un poco trillado,
es necesario que la investigación y la producción que desde los proyectos de
investigación se desprenden, se piense desde la posibilidad de generar mayores
alternativas para la solución de los problemas más visibles y urgentes.
Desde la Revista En-Contexto, y aunque reconocemos que es complejo, hemos
apostado por la calidad académica e investigativa de nuestras publicaciones,
teniendo en cuenta el criterio de los árbitros que nos apoyan en este proceso,
y con la convicción de que podemos generar movimiento en la palabra, en
la conversación y en la discusión académica desde la puesta en escena de lo
que pensamos y co-construimos con herramientas cientícas que nos ayudan
a explorar y a contribuir –de a poco- a la solución de tantos problemas que
nos aquejan.
Estamos convencidos de que el hacer las cosas bien, con seriedad y oportunidad,
nos dará un asiento dentro de las discusiones más importantes de nuestros
campos de conocimiento, con voz y voto en las soluciones de problemáticas
concretas y centrados en nuestras realidades contextuales.
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Dejo en entredicho el concepto de desarrollo, pues este tiene que ver con las dinámicas propias de nuestros territorios y
contextos, más que con el seguimiento de una tendencia anglosajona de bienestar.