Ocampo, C.
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En-Contexto 5(7) • julio - diciembre 2017 • Medellín - Colombia • página 218 de 328 • ISSN: 2346-3279
Revista de Investigación en Administración, Contabilidad, Economía y Sociedad
población, es decir, la racionalidad operativa de unas prácticas de gobierno, una
concepción de poder como “gobierno sobre acciones” (Castro-Gómez, 2010,
p.44) que no interviene directamente sobre los individuos y las poblaciones
sino sobre su ambiente. Foucault (2011) propone un sentido para esta relación
al indicar que el gobierno inuye sobre ese nuevo dominio que es la población,
desde aspectos aparentemente alejados de ella, pero que actúan en concreto
sobre esta según dejan ver el cálculo, el análisis y la reexión (p.95).
Las tecnologías del cálculo contable son un elemento clave para la
gubernamentalidad, ellas ayudan a economizar el campo social, traen a
la realidad hechos que se calculan, movilizan una variedad de programas y
políticas de intervención que moldean las organizaciones, tiene la posibilidad
de producir cierta forma de visibilidad y transparencia, conguran las personas,
los dominios y las acciones para proporcionar una forma objetiva y comparable.
Por ejemplo, en el dominio del discurso de la administración pública las nociones
de responsabilidad contable, auditoría, rendición de cuentas, dictamen, toma
de decisiones han tratado de imponer una especie de cohesión moral en la
población, allí el nuevo management “se basa en una ilusión de control contable
de los efectos de la acción” (Laval y Dardot, 2013, p.319).
En el estado contemporáneo la contabilidad se constituye en un instrumento
de gobierno que permite articular concepciones y discurso del neoliberalismo
en las poblaciones, tales como mercado, espíritu empresarial, empleabilidad,
endeudamiento, riesgo, innovación, competitividad, transparencia, eciencia,
entre otros. La contabilidad como práctica social en el estado neoliberal permite
incorporar realidades y lógicas del mercado, informar al ciudadano las gestiones
y decisiones, controlar la inversión de los recursos públicos, transferirle datos
y expectativas desde un lenguaje contable, así como formas de pensar y actuar,
porque la contabilidad no se queda solo en los balances ni en los informes sino
que los sujetos al pensarla la incorporan y así piensan (Gómez, 2013).
Finalmente, se considera que la contabilidad dentro del ámbito público es
un instrumento de gobierno neoliberal que permite conducir la conducta de
las poblaciones a partir de los objetivos del Estado contemporáneo, donde la
nalidad ya no es garantizar los derechos de los ciudadanos sino nanciarlos.
Entonces se gestiona la ciudadanía desde los intereses económicos, se les
conduce desde la lógica de la sociedad managerial que sobre-estimula la
población con una recarga de información clave para que cada actor sea un
sujeto emprendedor. La contabilidad, en tanto tecnología de cálculo, contribuye
a la construcción de los sujetos que interesan al modelo neoliberal, sujetos que
se autogobiernan y que se hacen responsables de sí mismos.