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En-Contexto 5(6) • enero - junio 2017 • Medellín - Colombia • página 303 de 372 ISSN: 2346-3279
Revista de Investigación en Administración, Contabilidad, Economía y Sociedad
Artículo de reexión.
Ecología Política: Desafíos de la Contabilidad frente
a la Justicia Ambiental
Political Ecology: Accounting Challenges about to Environmental Justice
Recibido: 18-04-2016 • Aprobado: 03-10-2016 • Página inicial: 303 - Página nal: 326
Juan David Arias Suárez*
Resumen: este texto presenta un análisis
reexivo del papel de la contabilidad
frente a los desequilibrios biosféricos
generados en la relación Hombre-
Naturaleza y los eufemismos monetarios
del sistema capitalista contemporáneo.
Se parte de múltiples preocupaciones
sobre el futuro del universo natural,
las relaciones económico-distributivas
e ideológicas de la crisis ambiental,
y el papel de la contabilidad en dichas
problemáticas. Se analizan las propuestas
y reexiones de campos relacionales del
conocimiento como la ecología política,
para pensar los desafíos que enfrenta
la contabilidad en la generación de
justicia ambiental. Finalmente, se abren
para la discusión, algunas propuestas
alternativas sobre el potencial, la utilidad
y los desafíos de la contabilidad en la
salvaguarda de la Naturaleza.
Palabras clave: ecología política, justi-
cia ambiental, contabilidad ambiental y
crisis ambiental.
Abstract: This paper presents a reective
analysis of the role of accounting about
biospheric imbalances generated in the
human-nature relationship and monetary
euphemisms of contemporary capitalist
system. From to multiple concerns about
the future of the natural universe, the
economic-distributive and ideological
relations of the environmental crisis,
and the role of accounting in these
issues. Will be analyzed the proposals
and reections of relational elds of
knowledge as political ecology for think
about the challenges facing accounting
in generating environmental justice.
Finally, this paper open for discussion
some alternative proposals on the
potential, the utility and accounting
challenges in safeguarding nature.
Keywords: Political ecology, environ-
mental justice, environmental accoun-
ting and environmental crisis.
* Contador Público y Tecnólogo en Costos y Auditoría. Docente del Tecnológico de Antioquia, Medellín – Colombia.
jd.arias@hotmail.com
Enlace ORCID: http://orcid.org/0000-0002-4218-953X
JEL: M48, M49
Arias, J.
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En-Contexto 5(6) • enero - junio 2017 • Medellín - Colombia • página 304 de 372 ISSN: 2346-3279
Revista de Investigación en Administración, Contabilidad, Economía y Sociedad
L'écologie politique: dés de la comptabilité face à la justice
environnementale
Résumé: ce texte présente une analyse de réexion du rôle de la comptabilité
face aux déséquilibres biosphériques générés dans la relation Homme-Nature
et les eufemismos monétaires du système capitaliste contemporain. On part
de multiples préoccupations sur l'avenir de l'univers naturel, les relations
économiques et de distribution et idéologiques de la crise de l'environnement,
et le rôle de la comptabilité dans ces problématiques. Il analyse les propositions
et les réexions des champs relationnels de la connaissance comme l'écologie
politique, pour penser les dés que doit relever la comptabilité dans la
génération de justice environnementale. Enn, s'ouvrent pour la discussion,
certaines propositions alternatives sur le potentiel, l'utilité et les dés de la
comptabilité dans la préservation de la nature.
Mots-clés: l'écologie politique, de la justice de l'environnement, comptabilité
de l'environnement et la crise de l'environnement.
A ecologia política: Desaos da contabilidade na frente
da Justiça Ambiental
Resumo: este texto apresenta uma análise cuidadosa do papel da
contabilidade desequilíbrios gerados no biosférico HombreNaturaleza relação
e a eufemismos sistema monetário capitalistas contemporâneas. É parte de
várias preocupações sobre o futuro do universo natural, comércio e relações
económicas e ideológicas da crise ambiental e o papel da contabilidade no
estas questões. Analisamos as propostas e reexões dos campos relacional
do conhecimento como a ecologia política, para pensar sobre os desaos que
se colocam à contabilidade na geração de justiça ambiental. Por último, está
aberto para discussão algumas propostas alternativas sobre o potencial, a
utilidade e os desaos da contabilidade na salvaguarda da natureza.
Palavras-chave: a ecologia política, justiça ambiental, a contabilidade
ambiental e crise ambiental.
Ecología Política: Desafíos de la Contabilidad frente...
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Revista de Investigación en Administración, Contabilidad, Economía y Sociedad
Ideas contextuales
Las lógicas crematísticas del sistema capitalista contemporáneo despliegan
múltiples retos y contradicciones para pensar la sociedad, el conocimiento y
la vida. La relación Hombre-Naturaleza fue transformada hacia un vínculo
utilitarista, forjado en la sintonía de la reproducción monetaria y la especulación
nanciera. Por ello es que la Naturaleza o physis aristotélica sufre las mayores
adversidades y degradaciones en toda la historia conocida por el hombre.
El mundo se vuelve “el resultado de una visión mecanicista que ignora los límites
biofísicos de la Naturaleza” (Riechmann et al., 1994, p.34). La Madre Tierra
sufre las consecuencias del hedonismo humano, que predica un esquema de vida
donde el n justica los medios, pues en vez de intentar revertir los procesos
de depredación del ambiente, la especie humana se ha centrado en mitigar los
daños e impactos causados, los cuales no solucionan el problema estructural, y
por el contrario, pueden estar generando conformidades y aceptaciones sociales
frente a las talas masivas de bosques, contaminación del agua y el aire, pérdida
de fertilidad del suelo, cambio climático y mercantilización de los recursos
ambientales. Se trata de una masacre biosférica a partir de la nanciarización de
la Naturaleza, desnaturalizada para convertirla en recurso e insertarla en el ujo
unidimensional del valor y la productividad económica” (Leff, 2003, p.22).
No obstante, desde hace más de 50 años coexisten distintos proyectos colectivos
que intentan cambiar la denigrante situación ecosistémica y biosférica. Se
trata de asociaciones, partidos, movimientos, legislaciones, redes y pequeños
grupos de interesados en salvaguardar la natura. Una de esas iniciativas es
promovida por la ecología política, que busca caracterizar los contextos socio-
territoriales de explotación de recursos, de distribución de poder y de injusticia
ambiental, para reparar la relación dialéctica entre el hombre, la Naturaleza y
las organizaciones.
La contabilidad como cuerpo de conocimiento ha estado distante de las
discusiones ecológicas y ambientales debido a su tradicional racionalidad
técnica e instrumental, propia de la lógica capitalista de reproducción nanciera.
Sin embargo, algunos acercamientos entre la contabilidad y la teoría ambiental
permiten realizar vínculos académicos y sociales para pensar si es posible una
contabilidad más allá de la utilidad monetaria. ¿Será que los contadores públicos
no tienen nada que aportar a solución de la catástrofe ambiental? ¿Puede la
contabilidad ser fuente activa para la generación de justicia ambiental?
Arias, J.
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En-Contexto 5(6) • enero - junio 2017 • Medellín - Colombia • página 306 de 372 ISSN: 2346-3279
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Capitalismo contemporáneo: acumulación por desposesión
Las transformaciones socio-históricas han generado disímiles formas
de interacción entre la tierra, el capital y el trabajo. Las formas de
relacionamiento socioeconómico de la humanidad pasaron del comunismo
primitivo al feudalismo y luego al capitalismo mercantil, industrial y
nanciero. Sin embargo, en la contemporaneidad quizá sea más adecuado
nombrar como “accionarial”, “neoliberal” o “nanciarizado” a las nuevas
mutaciones del capitalismo.
La llamada globalización, mundialización o internacionalización, es un
término eufemístico que promete “libertad global” e “intercambio mundial”
de bienes, servicios y personas, pero en realidad busca construir una esfera
de poder trasnacional para la acumulación de capital, imposición de prácticas
culturales y apropiación de la Naturaleza a escala global. El sistema capitalista
y su ideología neoliberal han sabido utilizar los procesos globalizatorios para
incrementar sus poderes y técnicas de enriquecimiento monetario.
David Harvey es enfático en describir y analizar las nuevas formas de
imperialismo, las cuales se resumen en su tesis de “acumulación por
desposesión”, como parte de la lógica del plusvalor y la reproducción del capital
para sobre-acumular. Según Harvey (2005), la desposesión está en la pérdida de
activos y consolidación de embargos a personas y Estados por parte de entidades
nancieras debido a préstamos, privatizaciones empresariales, incremento
de plusvalías y acumulación de derechos de propiedad intelectual, patentes y
licencias. De esta manera las poblaciones son expropiadas y desposeídas de
derechos fundamentales como la salud, la educación, la cultura, entre otros.
Los sujetos neoliberales se convierten en acérrimos defensores de ideas y
prácticas para acumular el capital y de paso reproducir la pobreza. Empero, y
quizá sin darse cuenta, las mayorías sociales son manipuladas con fantasías de
libertad y riqueza, mientras se auto-explotan a través del trabajo. Los engaños
son tantos y en tantas partes que la sociedad los convierte en propios, en el
régimen global de “lo normal”, y olvida pensar nuevos sistemas y formas
de organización para encontrar soluciones. Byung-Chul Han (2014, p.17) lo
describe así: “hoy cada uno es un trabajador que se explota a mismo en su
propia empresa. Cada uno es amo y esclavo en una persona”.
A pesar de que la globalización genera mayor producción económica debido
a la concentración del capital y del poder, su actividad es materializada con
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el usufructo a la Naturaleza, lo cual agudiza la crisis ambiental, es decir, la
globalización puede traer algunos benecios económicos y de acceso a tecnología
y tecnicación para algunas naciones ‘tercermundistas’, pero a cambio de su
riqueza natural. Las naciones amerindias están retadas a conservar su legado
ancestral de defensa y respeto a la madre Tierra y a no dejarla contaminar,
usufructuar o incluso expropiar por el capital nanciero internacional.
Karl Marx (1867) advirtió sobre las formas de operar del capital y las
contradicciones del sistema, al punto que ilustró que todo se convertiría
en mercancía. Hoy día es claro que incluso la vida humana y la Naturaleza
se convirtieron en mercancías rentables, intercambiables y subyugables.
Las concepciones humanas de solidaridad, fraternidad y bienestar común
fueron sustituidas por rentabilidad, individualismo y hedonismo material.
La economía ya no se centra en el “desarrollo o bienestar social” sino en el
“crecimiento económico”.
En este orden de ideas, se justican las reexiones y acciones de los grupos que
buscan enfrentar el capitalismo a través de estrategias de “alter”, “anti” y “post”
globalización, ya que no se puede pensar teleológicamente la acumulación
monetaria a partir de la explotación de la Naturaleza en un planeta nito, y
tampoco se puede permitir que se consoliden procesos engañosos como el
llamado “capitalismo verde”, que per se es una contradicción utilitarista porque
busca suavizar –incluso disfrazar- el problema en vez de solucionarlo, o creer
que con generar “gerentes ambientales” para la producción más limpia y el
desarrollo sustentable, se salvará un mundo en rumbo de colisión, como lo
describe Max Neef (2012).
Crisis ambiental: escisión en la relación Hombre-Naturaleza-
Organizaciones
Tal como lo expone Negri y Hardt (2002), las formas de desarrollo del
capitalismo contemporáneo no generan crisis, sino que son la crisis per se. En
casi todos los lugares del planeta se habla de crisis ambiental y de necesidades
de cambio en las conductas humanas, y más que cambios técnicos son cambios
de racionalidades en el sentido weberiano, puesto que se trata de construir
mentes socioambientalmente responsables que busquen nes para el bienestar
colectivo y que reviertan los estragos del neoliberalismo como ideología y
praxis dominante. Jorge Riechmann (2008) resume así lo que se denomina
“crisis ambiental”:
Arias, J.
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Entre la mitad y una tercera parte de la supercie terrestre ha sido ya
transformada por la acción humana.
La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera se ha incrementado
más de un 30% desde el comienzo de la revolución industrial.
La acción humana ja más nitrógeno atmosférico que la combinación de
las fuentes terrestres naturales.
La humanidad utiliza más de la mitad de toda el agua dulce accesible en
la supercie del planeta.
Aproximadamente una cuarta parte de las especies de aves del planeta ha
sido extinguida por la acción humana.
Las dos terceras partes de las principales pesquerías marinas se hallan
sobreexplotadas o agotadas.
Otros hechos abyectos que han originado la crisis ambiental están asociados
a la contaminación y desperdicio de fuentes hídricas, destrucción de la capa
de ozono, aumento de lluvias ácidas, degradación e infertilidad del suelo,
talas masivas de bosques, eliminación de la biodiversidad de ora y fauna,
extractivismo maderero y minero, excesiva polución en la atmósfera, destrucción
de ecosistemas y hábitats, entre otros. Allí es cuando expresiones como “el que
contamina paga” o “los productos verdes venden más”, se erigen como frases
que no reconocen los límites del ambiente ni las problemáticas causadas.
Un caso más especíco son las consecuencias socio-ambientales de la
industrialización y sobrepoblación que versan sobre el planeta, pues se produce
una mayor necesidad de consumo de energía para sistemas de transporte, de
producción industrial, fabricación de explosivos, transformación de alimentos
y baterías de productos electrónicos, que de manera conjunta derivan en
“crisis energética”. Las industrias explotadoras de fuentes de energía fósil
-petroquímicas- (carbón, petróleo, gas), la energía nuclear o la energía
generada por biomasa (leña, agrocombustibles), causan serios e irreversibles
daños en la Naturaleza.
En este contexto, la idea del capitalismo verde ha actuado con el n de
aprovechar la crisis ambiental para industrializar la Naturaleza, promover el
ecoturismo y sacar al mercado los productos con estampilla de “lo verde” y “lo
eco”; se trata de marketing verde para maximizar utilidades.
De un día para otro, empresas productoras de agroquímicos y pesticidas
peligrosos se convierten en líder por la lucha contra el hambre de los pobres. Esto,
en concepto de Greenpeace, se denomina como lavado verde o empresas verde
claro, que son aquéllas que solo invocan al ambientalismo y la protección de
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indefensos como mecanismo de distracción frente a las perversas consecuencias
naturales, sociales y culturales que el eco-neoliberalismo deende (Rueda,
2002, p.34).
La contaminación proveniente del consumo irracional
1
de productos generados
por la industria cultural moderna, responde a la lógica de satisfacción de deseos
y no de necesidades, pues lo relevante ya no es el contenido sino el empaque; es
la conguración de un arquetipo de vida basado en las modas y extravagancias
para satisfacer deseos y caprichos humanos, lo cual se convierte en eufemístico
y banal, y no coadyuva con el cubrimiento de necesidades básicas como acceso
al agua potable o a la educación. Los humanos le han dado mayor importancia
a la satisfacción de caprichos estéticos para aanzar la cultura light y la
civilización del espectáculo y por ello la crisis ambiental se agudiza.
En este sentido, es importante impulsar relaciones de equilibrio ecosistémico
entre la humanidad y la Naturaleza. Algunas teorías hablan de “dark green”
“light green” y “bright green”, que se resumen en distintas formas de enfrentar
la crisis ambiental: lo light como apropiación cultural de estilos y conductas de
vida verdes, lo dark como ideología política de oposición frente al consumismo
irracional y la industrialización, y lo bright como opciones de economías
renovables, sustentabilidad y tecnologías innovadoras para contrarrestar la crisis.
Realmente se necesita integrar esas tres formas de abarcar la crisis ambiental.
Las reexiones de la Ecología Política
La crisis ambiental ha sido abordada por un cúmulo considerable de
disciplinas, ya sean de la vertiente social o natural de la ciencia y sus
respectivas perspectivas ideográcas y nomotéticas. No obstante, las
reexiones y propuestas aún son insucientes para construir el cambio que
anhela una sociedad que se piensa como “libre”, “justa” y “fraterna”, sin
colocar intereses individuales sobre los colectivos.
Previo a presentar lo que se entiende por ecología política, es importante conocer
algunos referentes teóricos de otrora que cimentan el andamiaje conceptual y
losóco que sustenta campos de estudio para contrarrestar la crisis ambiental.
Se trata de contextualizar lo que se entiende por ecología profunda, que distante
1
Florent Marcellesi comenta que si todos los humanos consumieran como las potencias europeas o los Estados Unidos,
necesitaríamos 3 planetas más.
Arias, J.
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de la ecología supercial,
2
lleva varias décadas planteando cambios estructurales
para pensar la vida. La ecología profunda se produce en el pensamiento losóco
sobre el ambiente, denominado “ecolosofía” o “ecosofía” y propugna por una
nueva visión del hombre frente al ambiente.
No obstante, primero hay que entender la disputa histórica entre las posturas
antropocéntrica, no-antropocéntrica y ecocéntrica o biocéntrica, pues
comprender la perspectiva humana, cosmovisional y losóca de donde se
parte para abordar la relación Hombre-Naturaleza, resulta crucial. En esta vía,
la ecología profunda, así como la ecología política, tienen su origen en posturas
ecocéntricas y biocéntricas, que sobreponen la Naturaleza a los seres humanos,
pues se entiende que éstos son producto de la Naturaleza. La caracterización
del movimiento de ecología profunda de Arne Naess (1973) parte de entender
los siguientes siete puntos:
Rechazo y sustitución de la imagen del hombre en el ambiente por la idea
de campos relacionales o totales. Relaciones intrínsecas.
Igualitarismo biosférico como criterio general.
Principios de diversidad y simbiosis.
Postura anti-clase.
Lucha contra la contaminación y el agotamiento de los recursos.
Complejidad, no complicación.
Autonomía local y descentralización.
Por motivos metodológicos y de extensión no se profundizará en cada uno de
los principios anteriores, pero es notorio que en sus ideas centrales se busca
el respeto por la dignidad del planeta, así como transformar el imaginario
colectivo de la relación Hombre-Naturaleza, las formas de organización social
y de distribución de poder.
Como campo disciplinar, la ecología política se ha nutrido de diversas
expresiones ecosócas, como la ecología profunda de Naess (1973), el eco-
anarquismo o ecología social de Bookchin (1985), el ecosocialismo de O´Connor
(1997), y el paradigma de la complejidad de Morin (2011). La ecología política
no intenta ser un campo disciplinar autónomo y tampoco pretende desplazar a
otras disciplinas, sino por el contrario, integrar perspectivas. “La ecología se
fue haciendo política y la política se fue ecologizando, pero a fuerza de abrir la
totalidad sistémica fuera de la naturaleza, hacia el orden simbólico y cultural,
hacia el terreno de la ética y de la justicia” (Borrero, 2002).
2
Este es un debate sobre los cambios estructurales o coyunturales de la crisis ambiental. Parte de mirar si es más
importante mitigar los daños (ecología supercial) o acabar con la fuente que genera los daños (ecología profunda).
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La ecología política “es la construcción de un nuevo territorio del pensamiento
crítico y de la acción política” (Leff, 2003, p.17). Como novedoso campo de
estudio, la ecología política resulta de vínculos disciplinares entre los estudios
ecológicos y las relaciones de poder político, que critican severamente el
sistema capitalista. Como referente ideológico, la ecología política se diferencia
de los bloques de la guerra fría (capitalismo y socialismo/comunismo), para
ubicarse en la lucha por la justicia socioambiental. La ecología política no se
debe confundir con el ecosocialismo, pues aunque tiene elementos de origen
‘izquierdista’ y de reivindicación igualitaria de la sociedad y el ambiente,
no es un proyecto socialista; de manera más especíca, es un proyecto anti-
productivista, post-industrialista y post-desarrollista para instaurar armonía
ecológica y social de forma justa y democrática.
La ecología política no solamente explora y actúa en el campo del poder que se
establece dentro del conicto de intereses por la apropiación de la naturaleza;
a su vez hace necesario repensar la política desde una nueva visión de las
relaciones de la naturaleza, la cultura y la tecnología (Leff, 2003, p.38).
Es importante diferenciar entre la ‘economía ecológica’ y la ‘ecología política’,
pues la primera promueve el desarrollo sostenible, producción más limpia,
identicación de externalidades, energías renovables y algunos matices del
crecimiento y decrecimiento económico, nociones que no desenmascaran ni
fenecen con el sistema capitalista, mientras que la ecología política estudia
conictos ecológico-distributivos y de reapropiación de la Naturaleza que
intentan desmantelar las intencionalidades lucrativas de diversos actores
interesados en el ambiente.
La ecología política critica la racionalidad instrumental, debido a su vínculo con
los proyectos modernos tecnócratas que cimentaron las prácticas desarrollistas
del modelo capitalista actual. Según Marcellesi (2008, pp.4-6), la ecología
política puede ser entendida de tres formas: (a) como antiproductivismo; (b)
como búsqueda de sentido, y (c) como radicalidad democrática. Cada una de
las anteriores concepciones tiene su origen en una visión de mundo distinta al
capitalismo hegemónico, donde la justicia es uno de los epicentros para acabar
con la explotación productiva de la Naturaleza y encontrarle nuevos sentidos al
relacionamiento humano con su entorno.
La ecología política no se agota en la reexión sobre la distribución
económica, la democratización del poder o el respeto a la Naturaleza, su papel
fundamental está en la denuncia social sobre el despojo, el control territorial,
la depredación a la Naturaleza y el enriquecimiento de conglomerados
económicos a costa de lo anterior.
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Frente al productivismo, la ecología política “pretende cambiar sus hábitos,
valores y códigos (…). Afecta directamente al corazón y a todos los aspectos
de las sociedades humanas, puesto que vincula la sostenibilidad ecológica con
la justicia social, tanto a escala local como mundial” (Marcellesi, 2008, p.6). De
alguna manera, esta mixtura disciplinar hace de la ecología política un aparataje
analítico para desmantelar estructuras piramidales, jerárquicas y asimétricas de
los vínculos entre poder político y económico frente a la Naturaleza.
A continuación se presentan dos preguntas aparentemente opuestas, para
entender el papel de la ecología política en la construcción de cambios:
¿De qué sirve la sostenibilidad ecológica si mientras tanto las riquezas naturales
y productivas se quedan en manos de una élite, provocando desigualdades,
hambrunas, guerras, injusticia, etc.? (…) ¿Qué valor tiene el bienestar de una
sociedad y de sus miembros si ese mundo no ofrece la viabilidad a largo plazo
para las generaciones futuras y si no asegura la supervivencia de la especie
humana en condiciones decentes? (Marcellesi, 2008, p.5).
La ecología política asocia estos cuestionamientos para generar cambios
sustanciales, ya que busca integrar la real protección de la Naturaleza con el
equilibrio económico-distributivo; es decir, la ecología política unica las
preocupaciones anteriores para buscar la solución por doble vía. Se trata de
generar sostenibilidad ambiental con democratización económica y territorial
del acceso a la riqueza en sus disímiles expresiones, y de no poner en juego el
futuro de la Naturaleza y de la especie humana, a través de la construcción de
redes y legislaciones ambientales que digniquen la vida e impliquen memoria,
sanciones y reparación para forjar justicia ambiental.
Justicia ambiental
Los movimientos sociales y ambientales del mundo han promovido diferentes
acciones por la defensa de la Naturaleza. En los últimos años, la justicia
ambiental se ha perlado como una de las concepciones más comunes para
aunar esfuerzos por un cambio estructural que garantice el equilibrio ambiental
en el planeta.
La palabra “justicia” es altamente compleja y de uso permanente en las
sociedades democráticas y amparadas en el Estado de Derecho, pues resulta
un elemento sine qua non para la convivencia humana organizada y un tema
central de la losofía política. Por ello es importante aclarar que en este
texto el término justicia es entendido en el sentido de Amartya Sen (2010),
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como la aproximación a una decisión totalmente equitativa o aceptable para
todos, comprendiendo que las decisiones justas estarán en manos de múltiples
principios en conicto que amparan diversas formas de justicia. La justicia
también ha sido entendida como “dar a cada uno lo que le corresponde o
merece” o “tratar a todos por igual”, pero realmente no hay unos principios
comunes que aglutinen las subjetividades humanas para hacer justicia.
Un ejemplo de injusticia lo presentan Cortes y Piedrahita (2011, p.157): “las
sociedades más ricas concentran el 15% de la población mundial y controlan
conjuntamente el 82% del producto global, y las sociedades pobres, suman el
85% de la población mundial, con un acceso muy reducido a la riqueza global”.
Podría pensarse que la justicia económica y la justicia ambiental pueden abordarse
de la misma manera, pero representan intereses muy distintos, ya que cuando
se discute sobre la Naturaleza, se piensa en los límites y el n de los tiempos.
Además en el plano de la justicia ambiental, muchas legislaciones nacionales han
sido insucientes para sancionar y revertir las problemáticas ambientales.
De esta manera, se considera que la justicia ambiental debe ser reexionada
y ejecutada en el plano global, por tres razones: (a) la Naturaleza y sus
sistemas vivos tienen procesos autopoiéticos en todo el mundo; (b) muchos
Estados han sido incapaces de proteger la Naturaleza, ya que tradicionalmente
la han tratado como innita para la producción económica; (c) gran parte de
los daños ambientales son generados por organizaciones trasnacionales que
eluden legislaciones nacionales y generan desigualdades sociales producto del
usufructo a la Naturaleza, por eso deben ser enjuiciadas en un sistema ambiental
internacional inexible. Esto implica un análisis retrospectivo y prospectivo
del daño a la Naturaleza (dimensión temporal), evaluación y juzgamiento
internacional (dimensión legal trasnacional), y una reexión humana guiada
por las perspectivas transdisciplinares (dimensión cognitiva y ética).
Diversos autores han pedido no igualar la justicia ambiental con la justicia
ecológica. Para este texto se ha usado el término “justicia ambiental” de forma
amplia, incluyendo los aspectos sociales y naturales. Es decir, en lo ambiental
se reconoce lo ecológico, aunque es claro que el eje central de la discusión está
en la necesidad de justicia con la Naturaleza. Gudynas también complementa y
a la vez problematiza en este sentido (2010, p.60): “la idea de justicia ecológica
no se opone a la de justicia ambiental, sino que se complementa, incluyéndola
para ir más allá de ella”.
Un caso común de necesidad de justicia ambiental global es que los desechos
tóxicos y contextos menos habitables, han sido aledaños a los territorios de las
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personas más pobres. Al decir de Joan Martínez (2014), la localización de las
industrias contaminantes, mayoritariamente, coinciden con lugares habitados
por personas pobres e indígenas.
Hace algunos años, Karl Kapp (1978) advertía que el capitalismo es un
sistema de costos sociales no pagados. Hoy en día la necesidad de justicia
socioambiental es más latente porque la Naturaleza no puede seguir asumiendo
las consecuencias de la avaricia humana. A continuación se mostrarán algunos
términos esenciales:
Tabla 1
Terminología de la Justicia Socio-Ambiental
Categoría Concepto
Justicia ambiental
Usado desde 1982 por el movimiento en EEUU contra
la contaminación en barrios pobres con población afro-
americana o hispana (Bullard).
Racismo ambiental
Contaminación o destrucción de bienes comunes de
minorías étnicas, se usa en EEUU.
Epidemiología
popular
Estudio y denuncia de la incidencia de la contaminación en
la salud pública, en barrios o territorios “sin doctor” (Phil
Brown).
Zonas de sacricio
Steve Lerner publica un libro con este título en 2010
resumiendo investigación en el seno del movimiento de
Justicia Ambiental en EEUU.
Deuda ecológica
y pasivos ambientales
Conceptos nacidos en Sudamérica hacia 1990, con el
reclamo de daños producidos por el cambio climático,
la biopiratería y el comercio ecológicamente desigual.
También en referencia a las deudas ambientales no pagadas
por las empresas.
Biopiratería
El robo de plantas medicinales o agrícolas u otros recursos
biológicos y del conocimiento sobre ellos.
Justicia climática
Hay emisiones de CO2 necesarias y hay emisiones de
lujo (Agarwal y Narain, 1991). Política de contracción y
convergencia.
Ecologismo de los
pobres, ecologismo
popular
Defensa de la naturaleza y los bienes comunes por
poblaciones pobres o indígenas empobrecidas, motivado
por la necesidad de sobrevivencia.
Soberanía alimentaria
El derecho proclamado por la Vía Campesina a alimentarse
de los productos campesinos en mercados locales.
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En-Contexto 5(6) • enero - junio 2017 • Medellín - Colombia • página 315 de 372 ISSN: 2346-3279
Revista de Investigación en Administración, Contabilidad, Economía y Sociedad
Categoría Concepto
Justicia hídrica
La asignación equitativa del agua, contra del hecho
que “el agua corre hacia el poder”. Alianza de grupos
latinoamericanos bajo este nombre (impulsada por Rutgerd
Boelens).
El agua como
derecho humano
El agua como bien común y no como mercancía, introducido
en Nnuu por Pablo Solón.
“Atingidos por
barragens”
Afectados por represas. Es un vocablo y una organización
brasileña, con paralelos en otros países (p.ej. Mapder en
México y Ríos Vivos en Colombia.).
“Desiertos verdes”
Se usa en Brasil contra plantaciones de eucaliptos para
fábricas de celulosa.
Las plantaciones no
son bosques
Lema del movimiento internacional (WRM) contra
los monocultivos de árboles como eucaliptos, pinos…
Propuesto por Carrere y Lohman (1996).
Agrocombustibles
La Vía Campesina usa este término en referencia a
plantaciones para etanol o biodiesel, evitando la connotación
favorable de “biocombustibles”.
Semillas libres,
conservación de
semillas in situ
Movimiento en defensa del derecho de los campesinos a
reproducir y difundir sus semillas – revista Biodiversidad
dirigida por Carlos Vicente.
“Paren de fumigar”
Se usa en Argentina contra la fumigación con glifosato en
plantaciones de soja, que atenta contra la salud humana.
La agricultura
campesina enfría la
tierra
Un lema de la Vía Campesina muy visible en la COP en
Copenhague en 2009, recogido por el amplio movimiento
agroecologista.
Acaparamiento de
tierras
Grain (2008) introdujo la expresión land grabbing, para
designar una nueva ola mundial de desalojos campesinos
por empresas transnacionales.
Resource caps
Introducido por la Resource Cap Coalition en Europa,
propuesta de topes a la extracción de determinados
materiales.
Ogonización,
Yasunización
Dejar petróleo bajo tierra, también carbón y gas, para evitar
daños locales y al mismo tiempo luchar contra el cambio
climático. Propuesta de Oilwatch (1997), nacida en Nigeria
y Ecuador.
Responsabilidad
empresarial, civil y
penal
Se propone en contra de la Responsabilidad Social
Corporativa como una legislación y práctica vigorosa que
incluya convención internacional contra Ecocidio.
Arias, J.
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Revista de Investigación en Administración, Contabilidad, Economía y Sociedad
Categoría Concepto
El agua vale más que
el oro
Uno de los lemas del movimiento en Latinoamérica contra
la megaminería que está bien representado por Ocmal.
Derechos de la
Naturaleza
Incluidos en la Constitución de Ecuador, Art. 71, 2008.
Recuperadores
o recicladores
urbanos
Movimiento de recicladores urbanos de basura (catadores,
cartoneros, pepenadores) de toda Latinoamérica.
Critical mass
Movimiento que deende los derechos de los ciclistas en
las ciudades.
Agricultura urbana
Lo que en EEUU se llama guerrilla food gardening
militantemente presente en algunas ciudades de América
Latina. Movimientos de permacultura.
Colonialismo tóxico
o imperialismo tóxico
Nombre dado a la exportación internacional ilegal de residuos
tóxicos (desguace de barcos, residuos electrónicos, etc.)
Grands Projets
Inutiles Imposés
Red europea contra los muchos grandes proyectos públicos
o privados (el aeropuerto de Nantes, el TAV de Torino a
Lyon, entre otros), inútiles y muy caros.
Post-desarrollismo,
postextractivismo
Dos crecientes movimientos intelectuales y políticos
presentes en América Latina desde la década de 1980 (el
primero) y 2000 (el segundo)
Buen Vivir, sumak
kawsay
Un objetivo distinto al desarrollo económico, incluido en la
Constitución de Ecuador de 2008.
Sand maa
Término usado en la India en los conictos por extracción
de arenas y gravas de ríos y playas, que está prohibida.
Cancer villages
Traducción inglesa del término usado en China para lugares
donde hay industria tóxica y protestas locales (Anna Lora-
Wainwight).
Martínez, 2014.
Lo anterior representa una síntesis de las principales reexiones, necesidades y
acciones referidas a la justicia socio-ambiental que se han gestado en el mundo.
Conocimiento contable y teoría ambiental
La disciplina contable ha ido transformándose en el transcurrir socio-histórico,
a pesar de su perenne imaginario social como práctica registral de aparente
intrascendencia socioambiental, considerada incluso como un conocimiento
neutral, automatizado y servil a la economía o la administración. En este
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Revista de Investigación en Administración, Contabilidad, Economía y Sociedad
sentido, la contabilidad
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ha intentado reinterpretarse disciplinarmente para
integrar procesos por la defensa de lo público y de la dignidad social, además
de interrelacionarse con espacios del saber social y natural para ampliar su
espectro de comprensión de la realidad.
La teoría ambiental y de defensa de la Naturaleza ha conseguido avances
muy interesantes desde los años sesenta del Siglo XX, cuando el auge de los
movimientos, legislaciones y partidos ‘verdes’ -principalmente europeos-
entraron a criticar el modelo extractivista y a defender los territorios en riesgo.
Como campo emergente, esta teoría ha entrado a relacionarse con diversas
disciplinas, donde la contabilidad no es la excepción. Este vínculo se consolida
a través de la información que se revela y se divulga en las organizaciones sobre
los usos de los recursos ambientales y los daños generados a la Naturaleza en
su operación económica, y es la contabilidad la llamada a representar elmente
esta información.
Asumiendo lo anterior, es claro que en la primera etapa de reexión disciplinar
de la contabilidad se acogieron los criterios canónicos, objetuales y predictivos
de la racionalidad cientíca positiva, lógicas tecnicadoras que aportan a la
crisis ambiental por su falta de consideraciones ecosistémicas, lo cual permite
entender que para buscar acciones contables que ayuden a mitigar y abolir
los daños ambientales, no se debe partir de una mirada lógico-cartesiana de
la contabilidad, sino de miradas críticas e interpretativas que comprendan la
complejidad ambiental. “La contabilidad bajo la lógica ortodoxa facilita el
proceso de cosicación de la naturaleza ahondando la crisis” (Carbal, 2011,
p.293). De ahí que reexionar la crisis ambiental desde un esquema mental
positivista en el pensamiento, teoría y praxis contable puede aumentar y
agudizar la crisis.
Esta contabilidad moderna dotó de racionalidad al nuevo sistema de producción,
transformándose en motor de su desarrollo. Un saber contable miope, que sólo
capta realidades susceptibles de ser medibles cuantitativamente y valorables
en términos monetarios, desconocedor de la estrecha relación entre el sistema
social y el sistema biofísico; un conocimiento estéril que ahonda la crisis social
y ambiental actual, y perpetúa el estado de exclusión y depredación de los
recursos naturales propios del modelo de desarrollo occidental (Carbal, 2011,
p.281).
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Para efectos de este texto, la contabilidad es entendida como un campo de conocimiento disciplinar encargado de estudiar
problemas socioeconómicos como el control integral de la riqueza y la representación holística de la realidad social.
Arias, J.
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El modelo de contabilidad tradicional monetariza y cosica los recursos
naturales, porque en concordancia con los planteamientos del profesor
Danilo Ariza, “la naturaleza es re-signicada por la contabilidad como
cuasi-mercancía, porque aunque no es producida, sí puede ser apropiable
y dimensionable” (2007, p.48). Esto implica serias preocupaciones sobre el
manejo contable de los recursos ambientales, porque en denitiva no pueden
ser tratados como un activo explotable, apto para la maximización monetaria o
comercialización en los mercados.
En el referente histórico, el profesor Mauricio Gómez (2009) sintetiza la
evolución de la contabilidad ambiental, pues enfatiza que en una primera
etapa hubo una perspectiva de cálculo ingenieril para incluir partidas (activos,
pasivos, gastos) sobre recursos naturales al Balance General o Estado de
Resultados. Un segundo momento consistió en la creación de la contabilidad
de costos ambientales, la contabilidad nanciera ambiental y la auditoría
medioambiental, así como estructuras de incentivos scales por el respeto a
la Naturaleza. La tercera etapa intenta dar respuesta a la idea del desarrollo
sostenible y las memorias de sostenibilidad, donde prima la evaluación,
auditoría y aseguramiento de la información contable sobre lo ambiental.
Desde los primeros acercamientos en la relación contabilidad-ambiente se
han presentado problemas estructurales en las formas de medición, valoración,
control y representación de la Naturaleza, puesto que el aparataje conceptual y
técnico de la contabilidad ha sido pensado para transacciones económicas de
bienes y servicios, o para cálculos nancieros de tasas de interés o especulación
monetaria. Por ello la contabilidad carece de adecuadas formas de apropiación
métrica o valorativa de la Naturaleza, ya que extrapolar las herramientas de
medición y valoración contables tradicionales (costo histórico, valor razonable,
valor presente, entre otros) al campo ambiental resulta muy peligroso para la
conservación de la Naturaleza, porque “si la dinámica de mercado convirtió a la
naturaleza en capital, la contabilidad construye la imagen de la senda mediante
la cual la naturaleza ‘crea capital’” (Ariza, 2007, p.53). Es decir, dentro de un
marco técnico tradicional, la contabilidad terminaría maltratando a la Naturaleza
y transformándola en partidas monetarias para la actividad mercantil.
Es claro que el principal obstáculo que se presenta a la hora de hablar de las
dimensiones sociales y medioambientales en la información contable es la
valoración y la medición. No obstante, los desarrollos de la disciplina cada
vez más nos muestran las potencialidades de la información cualitativa y de
las mediciones interdisciplinarias con múltiples cientícos sociales y naturales.
(Gómez, 2011, pp.102-103).
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Si bien la contabilidad ambiental no ha encontrado los mejores criterios de
medición, valoración y control de los recursos y servicios ambientales, se han
desarrollado otras posibilidades, a saber:
Existen diversos criterios de valoración de los recursos ambientales diferentes
a los monetarios, tales como la temperatura, cantidad de oxígeno disuelto,
intensidad de ruido, biomasa, densidad de la población, índice de confort
climático, nivel cultural, pérdida del suelo, calidad de vida, escala jerárquica
de la ora y fauna, nivel de representatividad de los ecosistemas críticos y de
la biodiversidad, extinción de especies y ecosistemas, etc. (Pérez, 2008, p.51).
Tal como recuerda Ariza (2007), la contabilidad empleó el valor de uso en
el feudalismo, y luego el valor de cambio en la modernidad, lo cual hizo
prevalecer la cifra monetaria sobre cualquier otro tipo de valoración. Esta
perspectiva ortodoxa de la contabilidad no logra reconocer otras posibilidades
de acercamiento a la Naturaleza para que prime su respeto y dignicación, y no
termine convertida en una mercancía más, porque la mirada dominante ha hecho
que “los lagos, los bosques, las costas de los océanos, los sistemas biológicos
pueden ser ahora activos nancieros y cuando no tienen precios en mercados
reales, se le imputan precios cticios o valoraciones al aire, el agua, incluso a
ecosistemas enteros, convirtiéndolos en parte de los portafolios de una región,
de un país” (O’connor, 1997). Insistir en estas ideas no contribuye a salvar
el planeta del colapso ambiental, pues no es otra cosa que valorar la esfera
socioambiental con herramientas de intencionalidad crematística acumulativa.
El acercamiento de la contabilidad con la Naturaleza desde una perspectiva
crítica es una respuesta a los avances desmedidos del capitalismo y su lógica
de cosicación de la vida y las relaciones humanas; es en ese acercamiento
donde la contabilidad puede transformarse para usar criterios cuantitativos y
cualitativos que respeten la vida.
La relación contabilidad-ambiente es pues un campo en construcción. Con este
vínculo se pretende que la contabilidad reeje las verdaderas complejidades
de la Naturaleza en los diversos informes presentados por la empresa a sus
stakeholders, para que lo socioambiental no se reduzca a la valoración
económica de algunas interacciones realizadas por las organizaciones, y que
en un mayor grado de comprensión y complejidad, la contabilidad coadyuve a
equilibrar las relaciones económico-distributivas y de justicia ambiental.
Arias, J.
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Revista de Investigación en Administración, Contabilidad, Economía y Sociedad
Ecología política: desafíos de la contabilidad frente a la justicia
ambiental
En primera instancia, es importante delimitar los alcances de la disciplina
contable. Como conocimiento inserto en las dinámicas sociales, es claro que la
contabilidad no va a salvar el planeta de los cataclismos ecosistémicos y biosféricos
contemporáneos, porque esta es una labor que convoca a múltiples saberes y
demanda una re-contextualización losóca y cosmovisional del actuar humano
frente a la Naturaleza, que implica profundos cambios a la estructura hegemónica
del capitalismo, el andamiaje estatal y las racionalidades humanas.
La ecología política se presenta entonces como referente teórico que reta a la
contabilidad a transformar su mirada nanciera, dual, monetarista y parcelaria
de la realidad. La pone en tensión cuando se trata de pensar más allá de la
racionalidad técnica y cuantitativa. En esta misma vía, los anhelos de justicia
ambiental insertan a la contabilidad como importante disciplina social para la
identicación y control de los hechos dañinos para la Naturaleza causados por
parte de las organizaciones en su afán desmedido de lucro nanciero.
El papel de la contabilidad en la dinámica ambiental global puede resultar
bastante benecioso, puesto que “como el aire, la contabilidad está en todos
lados” (Gil, 2004), y eso implica identicación de conductas no-ecológicas,
enriquecimiento económico por deterioro a la Naturaleza y fortalecimiento de
estructuras monopolísticas en las organizaciones donde opera un esquema de
contabilidad alternativo. Frente al respeto a la Naturaleza, favorece que distintas
formas de contabilidad estén presentes en las organizaciones del mundo, lo que
aanza la idea de fortalecer y contrastar información ambiental global.
Es imperativo un cambio de perspectiva en la relación contabilidad-ambiente,
para que no sólo se preocupe por asignarle un valor a los bienes o servicios
relacionados con la Naturaleza, sino en potenciar una mirada política de respeto
por lo socio-ambiental y de divulgación de las concentraciones de poder
económico a costa de la degradación natural. A continuación se presentan
algunas pistas:
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Revista de Investigación en Administración, Contabilidad, Economía y Sociedad
Tabla 2
Perspectivas de relacionamiento entre la contabilidad y el ambiente
Perspectiva
tradicional
(económico-
nanciera)
Registro contable de bienes y servicios ambientales.
Valoración monetaria de la Naturaleza.
Planes de auditoría ambiental.
Cálculos de costos ambientales.
Identicación de activos ambientales.
Tributación ambiental por degradaciones y deterioros.
Perspectiva
crítica
(ecológico-
política)
Cuentas sombra o contra-cuentas / cuentas silenciosas.
Identicación socio-espacial de intercambios de mercancías tóxicas.
Valoración cualitativa de la concentración económica de las organizaciones
en las regiones más vulnerables ambientalmente.
Producción de índices de concentración de poder económico y territorial
en zonas biodiversas en riesgo.
Aportes al atlas de justicia ambiental.
Cálculos de deuda ecológica.
Denuncia social sobre despilfarro ambiental.
Contabilidad de los ujos de energía y materiales.
Contabilidad de la apropiación humana de la producción primaria neta.
Elaboración propia, 2016.
La perspectiva tradicional representa los intereses económicos y las tendencias
cosicadoras de dominar la Naturaleza a través de las valoraciones monetarias,
que han sido muy desarrolladas en contabilidad. Por ello se hará énfasis en las
ideas alternativas, que se encuentran en las perspectivas críticas, advirtiendo,
además, que “la contabilidad económica es por tanto falsa porque confunde el
agotamiento de recursos y el aumento de entropía con la creación de riqueza”
(Martínez, 2009, p.126).
La perspectiva crítica, que en este texto se ha asociado a una mirada ecológico-
política de la contabilidad, implica cambios estructurales (conceptuales,
técnicos y cognitivos) porque tal como lo dijo George Orwell en La Libertad de
Prensa (2013, p.10), “cambiar una ortodoxia por otra no supone necesariamente
un avance” y para abarcar lo ambiental en la disciplina contable se necesitan
cambios profundos.
En este orden de ideas, la perspectiva ecológico-política debe optar por contrastar
la visión económica de las organizaciones y por buscar el respeto a la preservación
de la vida, para que vaya más allá de la presentación de informes como el Global
Reporting Initiative (GRI), el ETHOS o las ISO 14.000 y 26.000. Los contadores
públicos no pueden ser una máquina calculadora de la reproducción del capital,
Arias, J.
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deben presentar abiertamente los daños causados por las organizaciones, ya
que el poder de la contabilidad para el mundo de los negocios es muy fuerte;
se necesita una contabilidad que no sea cómplice del lucro en detrimento de la
Naturaleza. Por citar un ejemplo, “la Shell tiene enormes pasivos por pagar en
el Delta del Níger. Pero los accionistas de esas empresas no deben preocuparse.
Esas deudas venenosas están recogidas en los libros de historia pero no en los
libros de contabilidad” (Martínez, 2009, p.131).
En el afán que tienen las empresas por lograr utilidad y no perder respaldo
en el mercado, estas intentan mostrar una imagen “verde” de mismas a sus
consumidores a través de la información que divulgan. Allí la contabilidad,
desde una perspectiva crítica, debe enriquecerse como saber estratégico para
aportar información que medie las relaciones económico-distributivas que
plantea la ecología política, puesto que un análisis sobre la concentración del
poder y la riqueza a partir de la cantidad de recursos ambientales explotados en
el mundo podría ayudar, a través de la denuncia social y jurídica, a desmantelar
las organizaciones contaminantes.
Otras pistas para el abordaje contable de la Naturaleza, a partir de las
perspectivas críticas, sería promover alternativas que interrelacionen las
siguientes categorías:
Extensión geográca del impacto organizacional.
Concentración de la riqueza monetaria por explotación ambiental.
Biodiversidad, recursos escasos y especies en vía de extinción.
Degradación del suelo y subsuelo.
Implicaciones arqueológicas y paleontológicas.
Afectaciones socio-económicas de las poblaciones.
La contabilidad debe potenciar su racionalidad controladora para salvaguardar
los recursos naturales y difundir las problemáticas ambientales que identique
en las organizaciones o espacios donde opere. Además, el carácter ‘público’ de
la contabilidad debe utilizarse para asociarla con instancias políticas de decisión.
El potencial de la contabilidad al actuar a escala global en las organizaciones,
como requerimiento legal o necesidad económica, le da la posibilidad de ser
prueba material en la construcción de justicia.
Incluso la necesidad de una contabilidad distinta se presenta cuando el riguroso
estudio de Richard Heede (2014), del Climate Accountability Institute, arguye
que tan sólo 20 compañías han producido el 30% de los gases de efecto
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invernadero (generadores del cambio climático), a partir de las emisiones de
combustibles fósiles, pues las organizaciones extraen petróleo, gas y carbón,
permitiendo que estos combustibles se quemen y alteren la atmósfera. Las
compañías más contaminantes, según Heede (2014), son:
1. Chevron, USA.
2. ExxonMobil, USA.
3. Saudi Aramco, Saudi Arabia.
4. British Petroleum, United Kingdom.
5. Gazprom, Russian Federation.
6. Royal Dutch/Shell, Netherlands.
7. National Iranian Oil Company.
8. Pemex, México.
9. ConocoPhillips, USA.
10. Petroleos de Venezuela.
11. Coal India.
12. Peabody Energy, USA.
13. Total, France.
14. PetroChina, China.
15. Kuwait Petroleum Corp.
16. Abu Dhabi NOC, UAE.
17. Sonatrach, Algeria.
18. Consol Energy, Inc., USA.
19. BHP-Billiton, Australia.
20. Anglo American, United Kingdom.
¿Cómo es posible que los contadores estén presentes en todas estas empresas y
no actúen en defensa de la Naturaleza? Los desafíos de la contabilidad en este
campo son muy ambiciosos; es menester buscar formas de que la contabilidad
utilice su aparente neutralidad con el entorno para identicar y denunciar los
excesos, deterioros, degradaciones o impactos negativos al ambiente.
Consideraciones nales
La contabilidad sí tiene relaciones con la protección de la Naturaleza. A
pesar de que existen distintas perspectivas para entender el vínculo de la
contabilidad y el ambiente, una mirada crítica a partir de la ecología política y
la justicia ambiental, abren paso a nuevos campos de exploración académica
para comprender el papel de la contabilidad en la construcción de relaciones
biósfericas distintas que posibiliten la salvaguarda de la vida.
Arias, J.
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Revista de Investigación en Administración, Contabilidad, Economía y Sociedad
En la ecología política se encuentran nuevos retos teóricos y prácticos que
ponen en tensión a la contabilidad, para que ésta no le sea más el al capital
nanciero y responda a la necesidad de protección del ambiente a través de
nuevas y más cualitativas herramientas técnicas de medición, valoración y
control de los recursos.
Los desafíos de la contabilidad frente a la generación de justicia ambiental a partir
del análisis económico-distributivo son diversos y de carácter propositivo. La
relación Hombre-Naturaleza merece nuevas interpretaciones sobre el futuro
de la especie, sus condiciones socio-económicas y sus ansias de lucro, pues
la contabilidad no puede seguir yendo en contravía de la conservación de los
nitos recursos ambientales.
Los verdaderos cambios en la protección de la Naturaleza estarán dados en
razón de las trasformaciones de pensamiento de los seres humanos, al pasar de
una racionalidad económica a una racionalidad ambiental, en el sentido que lo
presenta Enrique Leff (2003). La construcción de una morada común donde el
hombre cause el mínimo daño posible a su entorno puede cimentarse bajo nuevas
lógicas de interacción en el planeta, un asunto que desafía a la contabilidad y que
le demanda propuestas. Ignorar estas ideas en el campo contable es continuar
el sendero de cosicar la Naturaleza, potenciar la servidumbre del capital y
hacerse cómplice de la autodestrucción planetaria.
Desde la perspectiva de racionalidades humanas para la vida, es necesario
continuar reexiones y acercamientos con las ideas del Buen vivir (concepción
indígena), el Sumak Kawsay como vida digna y plena (concepto Quechua), y la
Eudaimonia (plenitud del ser – felicidad) de Aristóteles. Sólo así se forjará una
racionalidad humana que privilegie el equilibrio ecosistémico y la defensa de
la Naturaleza por encima de los eufemismos del dinero y la ambición de poder.
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Ecología Política: Desafíos de la Contabilidad frente...
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En-Contexto 5(6) • enero - junio 2017 • Medellín - Colombia • página 325 de 372 ISSN: 2346-3279
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Para citar este artículo:
Arias, J. (2017). Ecología Política: Desafíos de la Contabilidad frente a
la Justicia Ambiental. En-Contexto, 5(6), 303-326.