Arias, J.
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En-Contexto 5(6) • enero - junio 2017 • Medellín - Colombia • página 318 de 372 • ISSN: 2346-3279
Revista de Investigación en Administración, Contabilidad, Economía y Sociedad
El modelo de contabilidad tradicional monetariza y cosica los recursos
naturales, porque en concordancia con los planteamientos del profesor
Danilo Ariza, “la naturaleza es re-signicada por la contabilidad como
cuasi-mercancía, porque aunque no es producida, sí puede ser apropiable
y dimensionable” (2007, p.48). Esto implica serias preocupaciones sobre el
manejo contable de los recursos ambientales, porque en denitiva no pueden
ser tratados como un activo explotable, apto para la maximización monetaria o
comercialización en los mercados.
En el referente histórico, el profesor Mauricio Gómez (2009) sintetiza la
evolución de la contabilidad ambiental, pues enfatiza que en una primera
etapa hubo una perspectiva de cálculo ingenieril para incluir partidas (activos,
pasivos, gastos) sobre recursos naturales al Balance General o Estado de
Resultados. Un segundo momento consistió en la creación de la contabilidad
de costos ambientales, la contabilidad nanciera ambiental y la auditoría
medioambiental, así como estructuras de incentivos scales por el respeto a
la Naturaleza. La tercera etapa intenta dar respuesta a la idea del desarrollo
sostenible y las memorias de sostenibilidad, donde prima la evaluación,
auditoría y aseguramiento de la información contable sobre lo ambiental.
Desde los primeros acercamientos en la relación contabilidad-ambiente se
han presentado problemas estructurales en las formas de medición, valoración,
control y representación de la Naturaleza, puesto que el aparataje conceptual y
técnico de la contabilidad ha sido pensado para transacciones económicas de
bienes y servicios, o para cálculos nancieros de tasas de interés o especulación
monetaria. Por ello la contabilidad carece de adecuadas formas de apropiación
métrica o valorativa de la Naturaleza, ya que extrapolar las herramientas de
medición y valoración contables tradicionales (costo histórico, valor razonable,
valor presente, entre otros) al campo ambiental resulta muy peligroso para la
conservación de la Naturaleza, porque “si la dinámica de mercado convirtió a la
naturaleza en capital, la contabilidad construye la imagen de la senda mediante
la cual la naturaleza ‘crea capital’” (Ariza, 2007, p.53). Es decir, dentro de un
marco técnico tradicional, la contabilidad terminaría maltratando a la Naturaleza
y transformándola en partidas monetarias para la actividad mercantil.
Es claro que el principal obstáculo que se presenta a la hora de hablar de las
dimensiones sociales y medioambientales en la información contable es la
valoración y la medición. No obstante, los desarrollos de la disciplina cada
vez más nos muestran las potencialidades de la información cualitativa y de
las mediciones interdisciplinarias con múltiples cientícos sociales y naturales.
(Gómez, 2011, pp.102-103).